Opinión
martes, 11 de junio de 2024

Quiet ambition: prioridades redefinidas, los jóvenes optan por la salud mental sobre el ascenso laboral

Por Verónica Dobronich  - Cofundadora de gimnasio de emociones  -

Verónica Dobronich  FOTO: web
Verónica Dobronich FOTO: web

En una sociedad donde tradicionalmente se ha valorado el ascenso rápido en el mundo corporativo, una nueva tendencia está tomando fuerza entre los jóvenes trabajadores: la "quiet ambition" o ambición silenciosa. Este concepto, usado por primera vez en abril de 2023 en un artículo de Fortune, representa un cambio radical en la manera de entender el éxito profesional. La quiet ambition no es sinónimo de que los jóvenes no tengan ambiciones, sino que priorizan sus propias necesidades. Se trata de descubrir cuáles son tus valores y qué es importante para vos, en lugar de que una gran fuerza externa te lo imponga. Si hace un tiempo ser el director o la jefa máxima de una gran empresa era el sueño de muchos jóvenes que recién entraban al mundo laboral, hoy ese discurso no es tan recurrente. Es más: muchas personas están desistiendo de escalar en empresas o de llegar a puestos de liderazgo por su salud física y mental.
El nuevo rostro del éxito
Lejos de representar una falta de ambición, la quiet ambition refleja un profundo cambio en las prioridades de las generaciones más jóvenes. Para ellos, el éxito ya no se mide únicamente por el ascenso a puestos de liderazgo, sino por la capacidad de mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional. Este cambio de mentalidad ha sido influenciado en gran medida por los efectos de la pandemia del Covid-19, que ha llevado a muchos a reevaluar lo que realmente importa.
Los jóvenes ahora valoran más la calidad de vida y la salud mental al tomar decisiones laborales. Prefieren dedicar tiempo al ocio, a la familia y a actividades físicas, en lugar de asumir roles que conllevan una sobrecarga emocional y estrés constante.
Un enfoque diferente al progreso
La quiet ambition no implica una renuncia total a los desafíos laborales. De hecho, muchos encuentran en la superación de retos un camino hacia una mejor salud mental. Sin embargo, esta forma de ambición sugiere que el progreso no siempre debe medirse por el ascenso en la jerarquía corporativa. En lugar de eso, se trata de buscar el éxito y la realización de maneras que no comprometan el bienestar personal.
Estudios recientes muestran que solo una pequeña fracción de los empleados jóvenes aspira a asumir roles gerenciales o ejecutivos de alto nivel. Esto refleja que la quiet ambition está ganando terreno, especialmente entre aquellos que prefieren una definición más equilibrada y personal del éxito.
Factores detrás de la quiet ambition
Rechazo al estrés: La generación Z y los millennials valoran enormemente la salud mental. Prefieren evitar situaciones estresantes que puedan afectar su bienestar, optando por entornos laborales menos demandantes en términos de carga emocional. Redefinición del éxito: El éxito ya no se mide solo por el poder y el prestigio. Para muchos, el verdadero éxito es tener la libertad de desconectar del trabajo al final del día y dedicarse a lo que realmente les apasiona.
 Equilibrio vida-trabajo: La conciliación entre la vida profesional y personal es fundamental. Los jóvenes priorizan el equilibrio como una parte esencial de una vida satisfactoria y plena.
Desconfianza en las jerarquías tradicionales: Algunos jóvenes desconfían de las estructuras jerárquicas convencionales y prefieren entornos laborales más horizontales y colaborativos, o incluso optar por el trabajo autónomo para tener mayor control sobre su tiempo y decisiones.
Inseguridad en el liderazgo: La falta de confianza en las propias habilidades de liderazgo puede llevar a algunos a evitar posiciones de mayor responsabilidad, prefiriendo roles que les resulten más manejables y menos estresantes.
 
La quiet ambition presenta un reto significativo para las empresas, que podrían enfrentar una escasez de candidatos dispuestos a asumir roles de autoridad esenciales para la toma de decisiones y la dirección estratégica. Las organizaciones necesitan adaptarse a esta nueva realidad, ofreciendo opciones de trabajo flexible, revisando la compensación económica, y promoviendo una cultura de colaboración y crecimiento.
Es esencial que las empresas proporcionen oportunidades de capacitación en habilidades de liderazgo y programas de bienestar que alineen los beneficios de la empresa con las necesidades y deseos de los empleados.
La quiet ambition no es una renuncia al progreso, sino una redefinición de lo que significa crecer y tener éxito. En lugar de centrarse únicamente en alcanzar la cima corporativa, se trata de conocer quiénes somos, qué nos hace felices y cómo podemos contribuir al mundo de manera auténtica y equilibrada. Las empresas que logren adaptarse a esta nueva visión del éxito no sólo retendrán talento, sino que también fomentarán un entorno laboral más saludable y productivo.
Este cambio de paradigma no solo plantea desafíos, sino que también ofrece a las organizaciones la oportunidad de reevaluar y mejorar sus prácticas laborales, creando una cultura que valore el bienestar integral de sus colaboradores.